HAY QUE PONERLE LIMITES A LA MATERNIDAD ASISTIDA

“Hay que ponerle límites a la maternidad asistida”

Boyer sostiene que, hoy en día, “seis de cada diez parejas con problemas logra el embarazo en una clínica”. La nueva realidad demanda nuevas regulaciones.

Pierre Boyer (55), director del Centro de Reproducción Asistida del Hospital Saint Joseph de Marsella (Francia), mantiene estrechos lazos con Córdoba. Días atrás brindó una conferencia sobre “Criopreservación ovocitaria por vitrificación”. Este procedimiento es el último grito de la tecnomedicina en materia de fecundación asistida, porque logra superar las cruentas secuelas de tratamientos oncológicos (quimio y radioterapia; cirugía). Y desafiar el envejecimiento biológico femenino. En este sentido, el especialista galo admitió que “preservar óvulos es una tendencia muy marcada en la mujer europea actual”, pero cree que hay que ponerle “límites a la maternidad asistida”.

Sobre esto habló en una entrevista con La Voz Del Interior .

–Los avances en medicina reproductiva son pasmosos: en 30 años pasamos del bebé de probeta al óvulo vitrificado …

–Llevo más de tres décadas en la especialidad, y he sido testigo de todos esos adelantos. En 1978 nació la inglesa Louise Brown, el primer bebé de probeta del mundo. Hace dos años, Louise fue mamá de un varón. Gestó y parió naturalmente, lo cual erradica definitivamente los viejos temores o prejuicios. En la década de 1990 surgieron otras técnicas, con mejores resultados. La congelación de óvulos y de embriones comenzó en 1999. La “tercera revolución” llegó en 2003, cuando el japonés Masashige Kuwayama introdujo la vitrificación. Esta técnica logra un enfriado tan rápido de óvulos y embriones, que estos se conservan prácticamente “frescos” y un elevado porcentaje logra sobrevivir. La congelación producía cristales de hielo, que podían ser dañinos para esos microorganismos.

–¿A qué obedece el crecimiento? ¿Tantos problemas de concepción en el mundo?

–Claro que los hay. Por un lado, las mujeres sobreviven más y mejor al cáncer ovárico o mamario, pero los tratamientos dejan secuelas esterilizantes. En países como Argentina, donde la prevención y el preservativo no están tan instalados como en Europa, se registra un alto índice de enfermedades de transmisión sexual (ETS), cuyas consecuencias son un impedimento para el embarazo. Y, por último, está lo que ya sabemos: la mujer actual estudia, trabaja, es independiente y espera para tener hijos. Algunas esperan más de 10 años. Ese retardo redunda en una clara disminución de su capital en óvulos.

Creced y multiplicaos
–¿Las ETS son un problema de la pobreza; y el estilo de vida, un impedimento en las clases más pudientes?

–No me atrevería a simplificar tanto el asunto. Los pobres parecen tener menos dificultad para reproducirse. Pero es una clase social mucho más numerosa y visible que la media y alta. Las pacientes del Hospital de Clínicas (de Córdoba) son humildes, y sufren de esterilidad momentánea o permanente. Revisando las estadísticas, se observa la alta incidencia de la clamidiasis (infección bacteriana de transmisión sexual), seguida por la gonorrea y el papiloma concomitante. Se deduce que hacen falta políticas sanitarias más precisas. La higiene, el preservativo y la monogamia disminuyen drásticamente el problema. Con respecto al estilo de la mujer actual, es real que en la franja que posee estudios y perspectivas, como la europea, hay una marcada tendencia a preservar sus óvulos para más adelante. Para esto, la crioperservación tiene enormes ventajas, aunque sólo pueden hacerlo hasta los 34 ó 35 años.

–Significa que ya no hace falta una patología para apelar a la fecundación artificial.

–Aclaremos: la infertilidad es una patología, al menos para las leyes francesas. En mi país, los cuatro primeros intentos de fecundación son prácticamente gratis. Pero sólo atendemos parejas en edad fértil; esto es, hasta los 43 años de la mujer.

–Sin embargo, en Inglaterra, España, Holanda y Estados Unidos hay un mercado floreciente de maternidad asistida.

–Discrepo con esas prácticas, y creo que la maternidad asistida debe someterse a reglas que sean aprobadas por toda la sociedad.

–Los progresos en biotecnología, ¿están cambiando el paradigma de la adopción?

–Probablemente. Pero no es por “culpa” del avance en medicina reproductiva. Las leyes de adopción también son muy restrictivas. Por el otro lado, hoy en día, seis de cada 10 parejas con problemas logran concebir mediante la asistencia médica.

http://www.lavoz.com.ar/nota.asp?nota_id=519180