CADA VEZ MAS PAREJAS RECURREN A LOS TRATAMIENTOS DE REPRODUCCION ASISTIDA

Cada vez más parejas recurren a los tratamientos de reproducción asistida

Anualmente se realiza un promedio de 80 en Neuquén. Además, subió la edad promedio de las mujeres que optan por estas técnicas.

En 2007 se realizaron en Neuquén 60 tratamientos de fertilización asistida. En lo que va de 2009, alcanzó un total de 44.

En los últimos años en nuestro país más parejas recurren a los tratamientos de fertilización asistida para ser padres. Parece ser que la crisis económica, los altos costos de estos tratamientos y la falta de cobertura por parte de las obras sociales están lejos de apaciguar ese supremo deseo.
Según información suministrada por la red de medicina reproductiva y molecular Procrearte, en 2007 se realizaron en el país 6.400 tratamientos de fertilización asistida; en tanto, en el 2008 aumentó a 7.000. En el primer bimestre del presente año se registró un aumento del 40 por ciento de estos tratamientos.
Según el director de Procrearte, Carlos Carrere, este crecimiento está dado porque “cada vez más gente toma conciencia de las técnicas y cada vez más pacientes quieren llegar al embarazo en menor tiempo. Las parejas intentan ser padres bajo todo tipo de circunstancias y más allá de la coyuntura del país, el deseo prevalece, es más fuerte”.
“El 20 por ciento de las consultas por infertilidad se derivan de los servicios de ginecología, a esto se le suman todas las derivaciones que recibimos como centro de referencia regional“, comentó Ricardo Cáceres, director médico de Albor, el único centro que realiza tratamientos de fertilización asistida en la provincia del Neuquén, y que desde el 2001 está ubicado en esta ciudad. Albor es uno de los veintiséis centros que componen la red Procrearte.
Como sucede en el resto del país, la cantidad de tratamientos en Albor también registró un aumento. En el 2007 se realizaron en Neuquén 60 tratamientos de fertilización asistida, en 2008 fueron 80 y en lo que va de 2009 alcanzó un total de 44.

Costos
Aunque existen diversas formas de concebir un hijo a través de alguna técnica reproductiva, estos tratamientos son costosos y las obras sociales no los cubren, salvo en los casos en que un juez así lo ordene.
El costo de un tratamiento de fertilización asistida de alta complejidad en nuestro país oscila entre los 6.000 y 12.000 pesos, a lo que hay que sumarle los gastos por medicamentos.
Actualmente una decena de proyectos de ley que prevén la inclusión del tratamiento de la fertilización asistida en el Programa Médico Obligatorio esperan su tratamiento en la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación. Diversas organizaciones piden que la infertilidad sea considerada una enfermedad para que estos tratamientos sean cubiertos por prepagas y obras sociales.

Ahora a los 36
Un informe del Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI) difundido recientemente aseguró que la edad promedio de las mujeres que se someten en la Argentina a un tratamiento de fertilidad para quedar embarazadas subió de 34 a 36,6 años en los últimos cinco años. Incremento similar al que se registra en Europa y otros países de Latinoamérica.
Esto condice con un informe de la Red Latinoamericana de Reproducción Asistida que indicaba que casi el 53 por ciento del total de las parejas que realizaban tratamientos de reproducción eran mayores de 34 años.
En los Estados Unidos, en los últimos diez años, se incrementó un 80 por ciento la edad de la primera gestación en mujeres que antes concebían hijos antes de llegar a los 30 años.
Para Fernando Neuspiller, director del IVI de Buenos Aires, son diversos los factores que influyen en la postergación de la maternidad, entre los que señaló “la incorporación masiva de las mujeres al mercado laboral, la búsqueda del desarrollo profesional y personal, los cambios en los hábitos de vida y con que ahora el período de adolescencia se extendió hasta los 25 años”.
Por su parte, Cáceres acotó que paralelamente a esta suba en la edad de las mujeres que recurren a las técnicas de fertilización asistida se debe pensar que “también subió la edad de la mujer al programar su primer embarazo”.
Asimismo, citó como posibles factores “el crecimiento de las enfermedades de transmisión sexual que en su mayoría son asintomáticas, los tratamientos contra el cáncer, las alteraciones hormonales, factores que tienen impacto en la fertilidad en la mujer y también en el hombre”.
El rango de edad óptima para lograr un embarazo natural es entre los 20 y los 32 años “y en la actualidad eso se ha pospuesto para más allá de los 35 años“, indicó el especialista.

Infertilidad
La Organización Mundial de la Salud precisó que la infertilidad (definida como la falta de embarazo luego de doce meses de relaciones sexuales sin protección) afecta a más de 80 millones de personas en el mundo.
En la Argentina la infertilidad afecta a un 15 por ciento de las mujeres en edad fértil, y de esa proporción se estima que el 50 por ciento tiene indicación de tratamientos de alta complejidad. También se estima que las parejas argentinas afectadas por la infertilidad supera el millón y medio.
Un sondeo realizado por la Asociación Concebir, que brinda apoyo a las parejas con trastornos en la reproducción, precisó que seis de cada diez mujeres consultan sobre problemas de fertilidad en Argentina después de los 35 años, al tiempo que advirtió que a mayor edad baja la posibilidad de éxito del embarazo.
En cuanto al origen de las causas de infertilidad, el 30 por ciento está asociado a factores masculinos, el 40 por ciento a factores femeninos y un 30 por ciento de las parejas comparte la causa, según lo informado por Procrearte. Además, destacan que una de las causas de infertilidad que está en franco ascenso son los factores tóxicos, ambientales que provocan daños en el ADN o alteraciones genéticas.

Las opciones
Neuquén > Los tratamientos de alta complejidad son dos: fecundación in vitro y ICSI (Inyección espermática intracitoplasmática).
La primera, madre de este tipo de tratamientos, en esta técnica, la fertilización del óvulo por el espermatozoide se produce en un laboratorio, pero el proceso de fertilización es totalmente natural, ya que se colocan un promedio de 200.000 espermatozoides alrededor del óvulo, que es penetrado naturalmente por uno de ellos. Así se forman los embriones que luego son transferidos a la cavidad uterina por medio de diferentes tipos de catéteres, mediante un procedimiento sencillo y para nada doloroso.
Si bien la fertilización in vitro permitió el tratamiento de muchos casos de infertilidad, se notaba que en los casos masculinos las tasas de fertilización eran bajas.
La técnica de ICSI consiste en la inyección de un único espermatozoide en el óvulo. Para realizar esto se efectúa un procedimiento idéntico para la fecundación in vitro con la única variante en la etapa de fertilización: en vez de incubar los espermatozoides con el óvulo, éste es inyectado para introducir un espermatozoide.
Para ello se utiliza un equipo denominado micromanipulador que permite con una pipeta sostener el óvulo y con otra pipeta más delgada inyectarlo. Esta técnica ha abierto una importante posibilidad terapéutica, especialmente para la esterilidad conyugal de origen masculino. Quienes hasta hace pocos años tenían como únicas alternativas la adopción, la inseminación con semen de banco, hoy tienen la posibilidad de un embarazo.

Opinión
Aspectos emocionales de la infertilidad

Por Lic. Silvia Jadur (*)

La no concepción se va transformando en un problema que tiene soluciones diversas y se agudiza al tener un diagnóstico de un médico reproductólogo. Es sumamente doloroso pensar en la posibilidad de la infertilidad/esterilidad, tan sólo nombrarla acarrea un sinfín de fantasías y miedos. Esto es una dificultad de la pareja que juntos tienen y pueden afrontar. Tener información científica sobre el tema disminuye la ansiedad y permite ubicarse en un lugar más activo, evitando malos entendidos y confusión.
El impacto no sólo es a nivel emocional; surge un amplio abanico de efectos desde el enojo a la tristeza, del dolor a la esperanza. La falta de un niño se convierte en una situación que altera los vínculos con las familias de origen y los amigos, pues no se sabe qué decir o qué actitud tomar. Resultado frecuente: el autoaislamiento.
Los proyectos se desvanecen y entran a un nuevo y desconocido mundo, el de la medicina de la reproducción.
¿Por qué nos pasa esto? ¿Qué tendríamos que haber hecho de diferente? Son los cuestionamientos constantes.
Se necesita de un tiempo de asimilación y aceptación ya que no solamente es pensar la posibilidad tener un hijo, sino es ser padres. Hay muchos caminos para lograrlo a través de la ayuda científica o elegir el camino de la adopción. El apoyo psicológico especializado es un recurso a considerar.
Es conveniente incorporar este problema al diario vivir, continuar con las actividades habituales y con proyectos individuales o de a dos, recuperar la sexualidad que se resquebraja, no perder los lazos afectivos.
Es importante preparar las mejores condiciones emocionales para recibir a un niño a quien le contarán la historia de cómo desde el deseo llegó a la familia. La primera cuna es la fantasía que los futuros padres construyen y los niños tienen derecho a conocer el origen de su concepción.

http://www.lmneuquen.com.ar/noticias/2009/5/31/29405.php