La endometriosis es una enfermedad que afecta a un gran número de mujeres en etapa fértil y en el 60 por ciento de los casos sus síntomas inician antes de los 20 años.
Sin embargo, la mayoría no sospecha que puede tenerla y es, hasta el momento de querer tener un hijo, cuando su médico detecta un problema de infertilidad causado por una endometriosis avanzada.
Actualmente se calcula que hay alrededor de 3 millones de mujeres mexicanas con endometriosis, lo que ocasiona trastornos fisiológicos, psicológicos y en su productividad. Este padecimiento ha crecido a nivel mundial y una de las causas probables es que las mujeres tardan más años en tener hijos.
AstraZeneca impulsa la difusión de conocimiento sobre esta enfermedad que se presenta cuando las células del endometrio no se desechan del cuerpo y se extienden e implantan en otros órganos.
Por gravedad se espera que la menstruación vaya hacia abajo, pero puede dirigirse también hacia las trompas, implantándose en otros sitios, ya que estas células tienen la capacidad de sembrarse.
Hay varios factores que propician esta enfermedad producida por la “menstruación retrógrada”, que se manifiesta cuando los fragmentos del endometrio son transportados a través de las trompas de Falopio durante la menstruación, y se implantan en el peritoneo. En este aspecto, son factores de riesgo el uso del dispositivo intrauterino, posponer el embarazo y presentar dificultad en la salida de la menstruación.
Se cree que la implantación del tejido endometrial, también se relaciona con intervenciones quirúrgicas, éstas se conocen sobre todo en cesáreas, partos, cicatrices abdominales y perineales, entre otras.
Los factores genéticos son recurrentes, ya que es común que este padecimiento se presente entre madre, hijas y hermanas. De hecho, se sabe que aquellas mujeres con un familiar de primer grado afectada, presentan un riesgo 10 veces mayor que la población en general.
La endometriosis se origina también tras alteraciones del sistema inmunológico, además de que desarrolla anticuerpos y tiene la capacidad de proliferar, es por ello que combatirla se vuelve una verdadera guerra física, médica y psicológica.
De acuerdo con la gravedad de la enfermedad y la experiencia del médico se presenta toda una serie de posibilidades de tratamiento, mismo que siempre debe estar en manos del especialista, y que en ocasiones puede prescribir medicamentos hormonales de varios tipos y también alternativas de tratamiento quirúrgico, principalmente por endoscopio laparoscópica, y en otras tratamiento combinado, es decir, con medicamentos y
quirúrgico.
Con respecto a los tratamientos hormonales, como ejemplo se tiene a goserelina, que es uno de los más efectivos, ya que utiliza los llamados análogos de la hormona gonadotropina. Recuerde la importancia de consultar a su médico.
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