Un grupo de pacientes que busca poder tener hijos a través de tratamientos de fertilización marchará frente al Congreso para reclamar por la sanción de una Ley de Reproducción Humana Asistida, que garantice la seguridad y la regularización de estas prácticas médicas, de las que dependen tantos argentinos que quieren formar una familia.
La manifestación está organizada por Concebir y Sumate a Dar Vida, dos entidades que reúnen a estos pacientes para darse ayuda mutua, reflexión y contención. “El vacío legal permite que cada médico pueda brindar el tratamiento a su criterio y, a veces, sin actualizar sus conocimientos sobre el tema”, explica Gabriel Spinazzola, uno de los integrantes de Concebir.
La convocatoria a la marcha propone llevar una vela encendida, que represente “cada vientre vacío a causa del vacío legal”. Además, los asistentes llevarán las remeras blancas y violetas que los identifican.
Concebir funciona desde 1995 acompañando a parejas con trastornos en la reproducción. Según datos difundidos por esta organización sin fines de lucro, se calcula que una de cada seis parejas en edad reproductiva tienen problemas para concebir, lo que equivale a entre un 10 y un 15% de la población mundial.
La tasa de infertilidad - considerada como enfermedad por la OMS - llega al 16.7% en los países desarrollados, mientras que en países en vías de desarrollo - entre los que se incluye la Argentina - está entre el 6.9 y el 9.3% de la población.
La importancia de facilitar el acceso a diversos tratamientos también se puede comprobar con estadísticas, ya que el 80% de las causas se soluciona con técnicas de baja complejidad: Se trata de factores hormonales, infecciosos, quirúrgicos o que requieren de estimulación ovárica.
El reclamo
El grupo pide principalmente que “la ciencia esté al acceso de toda la sociedad, en lo que respecta a la fertilización asistida tanto de baja como de alta complejidad”. Actualmente, un tratamiento completo puede costar entre 15.000 y 20.000 pesos, y no son cubiertos por ninguna obra social.
“En Europa, las prepagas deben contemplar estas prácticas porque la infertilidad es reconocida como una enfermedad, cosa que aquí no sucede”, sostiene Spinazola.
Otra de las cuestiones que se busca reglamentar es la cantidad de embriones que se puede transferir en el proceso, luego de la fecundación in vitro. Este punto es uno de los más polémicos, debido a que se relaciona con un problema ético: Qué hacer con los embriones que quedan sin ser implantados en el cuerpo de la madre.
“Habría que criopreservarlos. Así, si el tratamiento no resulta exitoso, se pueden utilizar, y no tener que someter de nuevo a los pacientes a todo el proceso”, opina Spinazzola. Sin embargo, este es el objetivo con más detractores: “Con el tema sexual y la procreación hay una gran controversia, y la oposición de la Iglesia es clave para que no se pueda avanzar en este sentido”, aclara.
De acuerdo al reclamo, la edad máxima de la mujer para tratarse y el acompañamiento psicológico también tendrían que estar contemplados por ley. En este sentido, Gabriel asegura que el apoyo de su grupo fue fundamental para él y su mujer, Alejandra.
Después de someterse cuatro veces a la fertilización asistida desde 2003 – tres de ellas bajo un tratamiento de alta complejidad – Gabriel y Alejandra cumplieron su sueño y están esperando mellizos. Ahora, marcharán para que ese sueño también pueda hacerse realidad en todos sus compañeros.
http://www.24con.com/conurbano/nota/33176-Vientres-Vac%C3%ADos-marchan-para-pedir-una-ley/