Natalia Zárate vive en Villa Mercedes. Pasó por tres operaciones y dos fertilizaciones in vitro. La última le costó 25 mil pesos. Integra la Asociación Civil “Sumate a dar vida” y desde hace diez años lucha por una ley de Infecundidad.
“No es que no quiera, no es que mi cuerpo no aguante más, no es que mi alma no lo desee, es porque no tengo plata”, resumió Natalia Zárate, referente en Villa Mercedes de la lucha por una Ley de Infertilidad que incluya la enfermedad dentro del Plan Médico Obligatorio y que exija a las obras sociales que cubran el tratamiento de fertilización asistida. Natalia padece endometriosis severa y tras la medida cautelar que ordenó el Juzgado Federal en San Luis piensa encaminar su caso por vías judiciales.
“Hoy en día es mejor que salga rápido la ley que contemple la infertilidad como una enfermedad y después nos pondremos a ver qué cubre y qué no la obra social”, dijo. Con tres operaciones –la última en noviembre del año pasado, por una endometriosis de grado cuatro que le impide quedar embarazada- y dos fertilizaciones in vitro, Natalia no baja los brazos, pero su situación económica no le permite afrontar un nuevo tratamiento: “En mayo de este año hice mi segunda fertilización in vitro que me salió 25 mil pesos y no dio resultado”, contó.
“Yo tuve la posibilidad de hacerme el tratamiento porque hubo amigos que me ayudaron a vender rifas, saqué cosas de mi casa las vendí, mis viejos me ayudaron con un crédito bancario que todavía lo estoy pagando. Entonces me parece re injusto”, resaltó.
El año pasado, Natalia inició en Villa Mercedes los trámites para crear una Organización No Gubernamental que agruparía a parejas de toda la Provincia que tuvieran problemas para concebir, sin embargo, la falta de asociados le impidió concretar su objetivo.
“Por falta de personas, no había quórum, no se formó la ONG. En San Luis conozco varias parejas pero tratan de no hacerlo muy público porque les da vergüenza, después conozco dos parejas que estaban en el grupo que se separaron acá en Villa Mercedes y en Justo Daract También, y esas cosas pasan”, comentó. Natalia destacó que en Argentina, aproximadamente el diez y el quince por ciento de las personas, en edad reproductiva que va desde los 18 a los 35 años, padece de infertilidad.
Actualmente, Zárate forma parte activa de la Asociación Civil “Sumate a dar vida”, con sede en Buenos Aires. Natalia confirmó que son pocas las provincias con antecedentes similares a la decisión que tomó la Justicia Federal en San Luis. En Neuquén, Entre Ríos y La Pampa las obras sociales provinciales ya costean el tratamiento de fertilización y en Córdoba, los legisladores aprobaron que a partir del año que viene la mutual estatal deberá hacerse cargo de los gastos.
Según detalló Zárate, a nivel nacional casi todas las obras sociales tienen amparos en su contra presentados por parejas que padecen esterilidad: DASPU, DOSPU, SWIS MEDICAL, MEDIFE, OSDE y APROSS, serían algunas.
“No a todos nos toca pero se van sumando granitos de arena”, destacó la joven que a raíz del precedente que fijó la pareja puntana planea llevar su caso a la justicia: “Yo estoy a punto de iniciar un amparo. Voy a ver que es lo que conviene ahora si empezar con un amparo o recurrir a una medida cautelar porque acá los abogados no tienen experiencia en esto”, contó.
Desde hace diez años Natalia sostiene su incansable lucha por formar una familia y tener hijos, aunque a veces, como ella misma reconoció, resulte agotador y demasiado costoso: “En cierta medida termina siendo tedioso y hay momentos en los que te levantás pensando en eso y te acostás pensando en eso, empieza a influir en la pareja y muchos no tienen la valentía de seguir adelante. Pero este es el último tratamiento que hago de mi bolsillo. Por ahí es ilógico, las obras sociales te cubren la prótesis de las lolas y no te cubren esto, no entiendo”.
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